jueves, 30 de agosto de 2012
domingo, 19 de agosto de 2012
Especial de H.P. Lovecraft | Audio cuento #1
Ya dimos partida al especial de Lovecraft con el extracto "Lovecraft: Sobre su Percepción Privilegiada" del inédito libro de Sergio Fritz Roa “CRUZANDO EL UMBRAL: VISIONES SOBRE LA OBRA DE H. P. LOVECRAFT”.
Ahora presentamos el primer capítulo de audio cuentos de este especial, con el relato "Necrópolis" de Aldo Astete Cuadra y música gentileza de Lluvia Ácida. Además del cuento de H.P. Lovecraft "En la Cripta" [14:00].
Para descargar el capítulo sigan este enlace.
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"Necrópolis" por Aldo Astete Cuadra
Tambíén para escuchar en formato audio cuento aquí:
Muchas veces no
sabemos qué nos impulsa a realizar determinadas acciones que, con la
distancia otorgada por el tiempo, emergen como contradictorias,
temerarias, hasta inverosímiles. Ahora que los fantasmas del
recuerdo retornan a poblar la soledad de esta noche campestre, me
siento movido por la necesidad de confesar ante una hoja blanca los
acontecimientos de aquella época juvenil e infausta, quince años
después de lo acontecido.
Un día erróneo de
1997 fui con dos amigos al cementerio a grabar algunas imágenes en
video. Creíamos que luego, al revisarlas, podríamos ver lo que
hubiese escapado a nuestros sentidos. Está de más decir que nos
embargaba previamente una mezcla de miedo y fascinación, típica de
la locura adolescente. Sin embargo, este sentimiento se
acrecentaba con cada paso dado en dirección al cementerio del
pueblo, necrópolis antigua de austeras edificaciones, pero de
enormes dimensiones. Se había atestado de difuntos que habían
obligado a inaugurar un cementerio nuevo, quedando éste en un
completo estado de abandono. Es increíble lo solos y tristes que se
quedan los muertos.
Nuestra temeridad
más bien obedecía a una reacción ante la monotonía y el tedio en
que nos sentíamos atrapados. No nos arrastraba historia o leyenda
alguna que pudiera motivar nuestras volubles imaginaciones, menos
creíamos tener la suerte de ver algo con nuestros propios ojos. A
pesar de todo, pretendíamos filmar para luego desentrañar los
misterios de la muerte que pudieran quedar inmortalizados en las
cintas. Cada uno poseía una cámara con función nocturna, cada
quien debía apuntar en distintas y opuestas direcciones, sin
separarnos demasiado, sin perder el contacto.
Al llegar al portón
de fierro forjado nos dimos valor para cumplir con nuestro cometido.
Faltaban diez minutos para las tres de la madrugada, la hora nefasta.
Thomás lo había oído en alguna película. Era la hora opuesta a la
santa, las tres de la tarde, hora en que muriera Jesucristo. Tal vez
en ese instante nuestras cámaras filmarían algo. Además éramos
adictos al cine de terror y a los cuentos de Lovecraft que formaban
parte de nuestro inconsciente, por lo tanto, pretendíamos probar y
experimentar con estas sensaciones, ser partícipes de experiencias
extremas, recurrir a la primera fuente y construir nuestros propios
miedos.
lunes, 6 de agosto de 2012
"Lovecraft: Sobre su Percepción Privilegiada" Por Sergio Fritz Roa
"H.P. Lovecraft" por takoyakidaisuki |
Suele ocurrir que quienes son los más inadaptados del mundo social, son sin embargo seres privilegiados en cualidades artísticas. Podríamos dar innumerables ejemplos. Rimbaud y van Gogh, son suficientemente conocidos.
En Lovecraft ocurría lo mismo; incluso de forma más intensa.
"Pero sus ojos habían estado toda la tarde mirando fascinados: se había extraviado en el país de las hadas" .
En efecto, mientras su "roce social" y su capacidad laboral disminuía con el tiempo, su mundo interior crecía y se alimentaba de la materia de los sueños. Tomaba prestada una luz no perceptible para la mayoría. Una luz, decimos, que lo confrontaba con la, en juicio de Lovecraft, terrible realidad diurna. Tal vez por ello prefería el silencio, la noche y la soledad. Trinidad que no todos eligen; y que incluso la mayoría teme.
Con ello la mirada se hacía más intensa, para dirigirse hacia regiones no habituales. La intuición ya no sólo era literaria, sino filosófica. Y aun cuando HPL renegaba, tanto en sus conversaciones como correspondencia, de toda forma de espiritualidad, sin embargo su prosa cada vez buscaba más en lo preternatural una respuesta, un camino donde expresarse. Novelas como “El color que cayó del cielo”, “El susurrador de las tinieblas” y “El llamado de Cthulhu” muestran muy bien el afán de nuestro autor por escudriñar en los misterios de la vida y el universo.
Con ello la mirada se hacía más intensa, para dirigirse hacia regiones no habituales. La intuición ya no sólo era literaria, sino filosófica. Y aun cuando HPL renegaba, tanto en sus conversaciones como correspondencia, de toda forma de espiritualidad, sin embargo su prosa cada vez buscaba más en lo preternatural una respuesta, un camino donde expresarse. Novelas como “El color que cayó del cielo”, “El susurrador de las tinieblas” y “El llamado de Cthulhu” muestran muy bien el afán de nuestro autor por escudriñar en los misterios de la vida y el universo.