sábado, 20 de octubre de 2012

"El Espejo" por Rancifer Sajovic

'Bloody Mirror' por Ronbot
Abro los ojos. La madera se sitúa cómoda dentro de su naturaleza. Al menos la sensación de yacer aquí se me hace menos dolorosa. No puedo percibir si ha amanecido, o si me mantengo bajo el flagelo de las sombras. Mis oídos no perciben ningún sonido aparente que me permita distinguir la situación de mi realidad. Una tenue luz alumbra lo suficiente como para confundir mi percepción. Y al frente de todo lo puedo apreciar, el espejo.

Grande y ovalado, se impone frente a mí a una distancia razonable como para poder observarme bajo las ráfagas pequeñas y luminosas que me denotan. No es la primera vez que lo puedo mirar, tampoco creo que sea la última. Lejano en el vacío de la habitación me causa cierto confort, al menos sé que no estoy muerto. Me llena de esperanza, me enorgullece de vida. Tarde o temprano tendrán que percatarse que no he cometido falta alguna, que soy inocente; tarde o temprano me quitarán las amarras que me unen contra el suelo y la madera… y en ese momento agradeceré al espejo por darme la esperanza necesaria para sobrevivir. El tiempo transcurre en mi maravilla hasta que los ruidos me advierten que debo nuevamente ser testigo de mi noche.

Ha vuelto amanecer en mi consciente. Nuevamente, las ráfagas tenues me impiden reconocer si es de día o de noche. Mis brazos sienten mucho ardor, y mis manos atadas nada pueden hacer para confortarlas. El suelo comienza a parecerme tortuoso y rígido. Quiero que se detengan, que por favor se detengan. Mi boca está seca y mi pecho se agita recordando la oscuridad anterior. Ya no lo quiero más, por favor entiendan que ya no lo quiero más. Mis ojos nuevamente se cruzan contra ese inmenso espejo que me acompaña en la inmensidad de la habitación. Las pequeñas intermitencia de las luces distinguen mi rostro por sobre mi cuerpo, me dan señal de mi actual situación, de mi horrendo estado. Mi boca se llena de estremecimiento, y mi corazón late sin más. El reflejo de ese espejo. Sigo vivo, pero no quieren entender lo que les digo. Yo no lo conocía, yo no quería conocerlo. Solamente se trataba de una relación cotidiana. El vendedor y el comprador ¿Qué iba a saber yo de sus prácticas? Ellos no lo entienden, no lo entienden, y dicen que volverán para una nueva sesión. Entre las sombras del espejo lloro, y trato evadirme de aquella vista. Me mantiene vivo… pero también me mantiene real sobre mi suerte.
El tiempo ha ido avanzando. No sé cuanto pero sigue ahí pasando. Mis días se hacen insufribles. Las noches me transcurren eternas tratando de que mi conciencia desaparezca ante tanta amenaza… pero no quiere irse, no quiere irse… sólo se queda ahí haciéndome sentir el ardor de mi carne, el dolor de mi alma… el sentimiento de los cortes, los golpes… el borboteo de la sangre… y esa constancia en las preguntas… preguntas que ya me sé… pero cuyas respuestas no quieren aceptar. Dicen que conocen a mi Padre, a mis amigos, a Matilde… dicen que si no coopero les harán daño, que debo cooperar por la Patria… que yo sé donde él se encuentra, que fuimos amigos… tantas cosas… tantas que no sé por cual comenzar a mentir, diciéndoles que sí… que los conozco a todos y que me dejen en paz, que por favor me dejen en paz… que esto no lo aguanto, que mis lagrimas, mis miedos, que no le hagan daño a nadie… pero en ese lapso me doy cuenta que con mentir sólo provocaría más daño a gente que ni siquiera conozco. Y de fondo, a trasluz de todos mis males y lamentos ese espejo casi burlesco haciéndome creer que hay una vida más allá de mis palabras. Mintiéndome para parecer vivo, porque en el fondo estoy muerto, estoy pálido y frío por la angustia por el temor y el desvelo… ¡¡y tú ahí firme delante de mí en esta mugrosa habitación!! ¡¡En este sucio entablado que me tortura!! Estridente, reflejándome… haciéndome ver que no soy más que el estropajo de todo… que no soy más que el sufrimiento de una contradicción. Espejo infame. No dices nada ante los murmullos que oscurecen mi día. Mis ojos son tapados otra vez. Noche.

Me abalanzaron contra el suelo y me dieron un ultimátum. Que hablara, que lo contara todo, que estaban esperando por mis conocidos y amigos, que ahora sí que procederían contra ellos. Y yo no quiero, no quiero… maldita la oportunidad que pude ver por primera vez a ese sujeto… ¿iba a poder esperar que se tratase de un llamado Marxista?... es el gobierno, Espejo, es el gobierno que los persigue… que son malos que atentan contra la Patria… ¡¡estúpida Patria!! Es… como si no pudiesen pensar en otra cosa… y quieren que hable… ¡que suelte todo cuanto no sé! Oh, Espejo, si tan sólo dejaras de permanecer allí, tan alto y firme, tan condecorado con mis lamentos y mi sangre… ¡je! Tan estúpido que carcajeas con tu reflejo, sigues burlándote de mí, de mis pensamientos… me lo dices todo con tu nefasto silencio… ¿crees que estoy loco? Ahí verás cuando les hable de ti, de tu postura… de tu miserable posición. No importa cuánto me duelan las llagas en mi pecho, en mis manos, las quemaduras ni los cortes… ellos… ellos lo sabrán… y nos reiremos todos… porque hablare… hablaremos… todos… todos.

Les he dicho que ha sido Marte enviado por Venus, y que tal vez Júpiter conspira contra todos. Les he dicho que tú me lo has contado con los días, con las horas, con los segundos. Les señalé que juntos pasábamos ratos divertidos, que tú reflejabas mi alma, y que juntos nos volvíamos amigos. Les he dicho que la Patria es fabulosa, y que podría llamarse Carlota, porque ¿Todas deben llamarse necesariamente Patria? Bauticémosla, es lo mejor… es más cálido, mas armonioso… las torturas se hacen más divertidas. Se han reído de mi, y han arremetido con furia… que me burlaba de ellos… que actuarían… que me dejarían tan tibio que… simplemente tendría que irme al tan llamado ´Patio de los callados`. Y ahí me tienes… rígido, frío y sin nada más que el confort del gélido hálito que habita en mis huesos. Y tú… sigues ahí, firme, distante… incluso traspasando las fronteras de lo irreal… Espejo infame, que ya no haces más… sino de tenerme a tu lado como acompañante… o yo cobijarte en las memorias de la muerte… porque aquí, incluso aquí, sigues torturándome.

2 comentarios:

  1. 5.1
    Y estoy siendo generoso. Mucho.

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  2. Por las mayúsculas inventadas y las que faltan yo lo bajo a 4.5 y por el relato a cuatro pelao. Tema sobre explotado en cuentos (sobretodo en internet). Carece de originalidad tanto temática como formal, uso de las típicas palabras de típico relato de típico adolescente. Estructura sin gracia y aun que es sin molestia, queda sosa para el carácter de narración breve. ¿Mejorable? demás, pero para hacer un relato "bien" como mil quinientos más.

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