viernes, 25 de octubre de 2013

"Albert Fish" por Visceral y Pablo Espinoza Bardi

Albert Fish por Visceral


HIPERHEDONISMO; CORTESÍA DEL VIEJO FISH
Por Pablo Espinoza Bardi

«Que alegría morir en la silla eléctrica.
Será el último escalofrío.
El único que todavía no he experimentado».

Albert Fish


I.

El informe psiquiátrico reveló lo siguiente:
el viejo Fish era un homosexual
el viejo Fish era un masoquista
el viejo Fish era un voyeurista
el viejo Fish era un coprófago
el viejo Fish era un fetichista
el viejo Fish era un pedófilo
el viejo Fish era un caníbal
el viejo Fish era un sádico

Los que no conocen al viejo Fish dirán que es inofensivo, que es un anciano incapaz de matar una mosca, que su avanzada edad —que su rostro cansino— que su no sé qué / es impedimento para cometer atrocidades de todo tipo.

Los que conocen al viejo Fish, dirán que es una aberración que escapa del precario entendimiento humano. Que es un peligro para la sociedad etc – etc – etc.

Los que conocieron íntimamente al viejo Fish (y me refiero a aquellos pobres niños), si estuviesen con vida dirían que es un MONSTRUO salido de sus peores pesadillas. Tan simple como eso.

II.
Algunos pasatiempos (o placeres sexuales) del viejo Fish: introducirse algodones con alcohol en el recto y prenderles fuego / golpearse la espala con tablones claveteados / masturbarse compulsivamente mientras realizaba 1 de los 2 actos antes mencionados / comer sus propios excrementos / causar bastante (bastante) dolor a terceros / introducirse agujas en la pelvis y sobretodo en la zona genital / comer la carne (tierna) de los niños victimados, en luna llena.

III.

«el problema era las voces... estas anunciaban cosas terribles... algunas no las entendía... entonces acudía a la Biblia... para así poder interpretarlas... un día me dijeron que debía ofrecer a uno de mis hijos en sacrificio... para ser purificado de todo pecado cometido... era atormentado con horribles visiones... en mis visiones habían seres torturados... en distintos lugares del infierno... Dios... ayúdame... »

IV.


El viejo Fish se llevó a la tumba la cantidad exacta de sus víctimas. Jactándose mientras declaraba en el juicio, decía; «por lo menos cien… por lo menos cien…»

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