Ilustración por Visceral |
«..Decidí comérmela. La llevé a una casa
abandonada en Westchester
en la que me había fijado.
En el primer piso me desvestí
completamente para evitar
manchas de sangre. Cuando me vio
desnudo se echó a llorar y
quiso huir, pero la alcancé. La desnudé, se
defendió mucho, me mordió y
me hizo algunos rasguños. La
estrangulé antes de
cortarla en pedacitos para llevarme a casa toda su
carne, cocinarla y
comérmela…»
Albert
Fish
Esta es la fecha que más te
gusta ¿no es así? Todo es alegría, paz y amor, y eso se puede respirar en el
ambiente desde que empieza diciembre, desde que terminan las clases. Pero hay
que trabajar y es tiempo de sacar ese disfraz del baúl. Es tu época favorita en
donde «ellos» salen felices de sus hogares enseñando sus
desproporcionadas sonrisas... pobres... ya puedes sentir aquellos pendejos
sentados en tus rodillas... y lo mejor de todo es que sus padres lo consienten
y te dan algo de dinero por ello... así es la navidad. Pero dime: ¿Te sientes
hoy con suerte? A metros se puede sentir tu maligno hedor. Se podría decir que
eres la turbiedad en su máximo estado. Eres la costra que de vez en cuando
supura tragedia..., pero tranquilo, no me hagas caso... sigue con lo tuyo, hoy
puede ser uno de esos días ¿quién sabe? Siempre te presentas de la misma forma.
Eres como una repulsiva caricatura que por décadas se viste igual. Pantalón,
terno y camisa sebosa, además de una mariconcita corbata que resalta aún más tu
patética personalidad..., bueno, salvo en diciembre, en donde lo «rojo»” predomina. Así vas de lugar en lugar,
abriendo tu asquerosa boca que sabe guardar la mentira. Así escoges a tus
víctimas. Siempre en los paraderos de micro. Siempre afuera de las escuelas...
pobre enfermo, ya puedes visualizar la cena, la mesa arreglada como tiene que
ser, con hermosos motivos navideños, el vino, las ensaladas y las salsas... y
por supuesto... la carne:
[Dios te salve mi niña /
llenita estás de mi gracia / yo que soy tu señor me regocijaré contigo /
bendita eres como todas mis mujeres / tu vientre será mi bendito fruto /
¡¡¡salud!!! / santa mi niña / tú que pronto verás a dios / ruega por nosotros
los pecadores / ahora / y justo ahora en que te mueres / a comer]
Te has preparado para esto
desde siempre, sólo es rutina. Simple rutina. Te calienta tener esa carne
blandita en la boca..., entonces tu cabeza empieza a trabajar con macabras
secuencias y la sangre te hierve; y sudas; y metes tu mano en el bolsillo sin
fondo; y te la sacudes aferrado a la muralla; y al rato tu rostro no demora en
revelar el placer; y el esmegma hiede en tu mano con cada fricción; y entonces
te limpias aquella rancia pasta en la barba; y continúas con tu asqueroso
ritual; y así vas más rápido, más rápido, más rápido, más rápido, abajo y
arriba, abajo y arriba, abajo y arriba; el fuerte olor te delata; tu jugada
tiene que ser rápida; las más pequeñas siempre son las que caen... una de ellas
sigue... puede ser... puede ser...
…como dije: ¿te sientes hoy con suerte?
0 comentarios:
Publicar un comentario