Albert Fish por Visceral |
HIPERHEDONISMO;
CORTESÍA DEL VIEJO FISH
Por Pablo Espinoza Bardi
Por Pablo Espinoza Bardi
«Que alegría morir en la silla eléctrica.
Será
el último escalofrío.
El
único que todavía no he experimentado».
Albert
Fish
I.
El informe psiquiátrico
reveló lo siguiente:
el viejo Fish era un
homosexual
el viejo Fish era un
masoquista
el viejo Fish era un
voyeurista
el viejo Fish era un
coprófago
el viejo Fish era un
fetichista
el viejo Fish era un
pedófilo
el viejo Fish era un caníbal
el viejo Fish era un
sádico
Los
que no conocen al viejo Fish dirán que es inofensivo, que es un anciano incapaz
de matar una mosca, que su avanzada edad —que su rostro cansino— que su no sé
qué / es impedimento para cometer atrocidades de todo tipo.
Los
que conocen al viejo Fish, dirán que es una aberración que escapa del precario
entendimiento humano. Que es un peligro para la sociedad etc – etc – etc.
Los
que conocieron íntimamente al viejo Fish (y me refiero a aquellos pobres
niños), si estuviesen con vida dirían que es un MONSTRUO salido de sus peores
pesadillas. Tan simple como eso.
II.
III.
«el
problema era las voces... estas anunciaban cosas terribles... algunas no las
entendía... entonces acudía a la Biblia... para así poder interpretarlas... un
día me dijeron que debía ofrecer a uno de mis hijos en sacrificio... para ser
purificado de todo pecado cometido... era atormentado con horribles visiones...
en mis visiones habían seres torturados... en distintos lugares del infierno...
Dios... ayúdame... »
IV.
El
viejo Fish se llevó a la tumba la cantidad exacta de sus víctimas. Jactándose
mientras declaraba en el juicio, decía; «por lo menos cien… por lo menos cien…»
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